El mercado musical mundial se duplicará en la próxima década, según Goldman Sachs
POR Andrea Ríos
La industria musical global alcanzará los $196.800 millones de dólares en 2035, casi el doble de los $104.900M registrados en 2024. Así lo señala el nuevo informe Music In The Air de Goldman Sachs, una de las publicaciones más influyentes para entender las tendencias económicas del sector.
A continuación, desglosamos los hallazgos clave del informe 2025 y lo que significan para artistas, promotores, sellos y plataformas digitales.
El negocio del directo será el principal motor de ingresos en la industria musical durante la próxima década. Se espera que en 2025 genere $38.200 millones de dólares a nivel global, con una proyección de crecimiento sostenido hasta alcanzar los $67.100M en 2035 (crecimiento anual compuesto del 7,2%).
El aumento del poder adquisitivo entre los Millennials y la Generación Z está impulsando la demanda de conciertos y festivales. Entre 2019 y 2024, los precios promedio de entradas crecieron un 40% en estadios y un 37% en salas, reflejando la alta resiliencia del sector incluso frente a crisis económicas.
Aunque el streaming de música seguirá creciendo, lo hará a un ritmo más moderado que en años anteriores. Se estima que en 2025 habrá 827 millones de suscriptores pagos, y en 2035, el número podría llegar a 1.511 millones.
No obstante, el informe señala cierta desaceleración. En 2024, el aumento neto de suscriptores fue de 72 millones, el más bajo desde 2017. Los ingresos por música grabada crecieron solo un 4,8%, muy por debajo del 8,9% previsto. Para 2025, se proyecta un crecimiento del 5,8%, con un valor estimado de $31.400M, y un potencial de alcanzar los $55.000M en 2035.
Una de las grandes oportunidades del negocio musical está en la monetización de los superfans. Según el informe, este segmento podría generar hasta $4.300 millones de dólares adicionales en 2026.
Se estima que el 20% de los usuarios de streaming de pago son superfans, dispuestos a pagar el doble que un usuario promedio a cambio de beneficios exclusivos como contenido personalizado, experiencias VIP o lanzamientos anticipados. Este nicho representa una fuente de ingresos aún poco explotada pero con alto potencial de fidelización.
El aumento en los precios de los servicios de streaming no ha impactado negativamente en la retención de usuarios premium. Esto abre la puerta a nuevas estrategias de monetización, incluyendo planes superpremium con beneficios exclusivos que podrían lanzarse en los próximos 12 meses.
Actualmente, el gasto mensual promedio en música es de $14 dólares, muy por debajo de los $69 que los consumidores gastan en plataformas de video bajo demanda como cine y series. Este margen evidencia una oportunidad para ajustar precios y segmentar audiencias de forma más eficiente.
En 2024 se registró una caída en el número de canciones nuevas subidas diariamente a las plataformas de streaming. Esto podría indicar un cambio en el comportamiento de los creadores ante la saturación del mercado digital.
El dato es revelador: el 87% de las canciones en Spotify no ha superado las 1.000 reproducciones, el umbral mínimo para generar ingresos. Además, solo el 0,1% del "royalty pool" proviene de música generada por inteligencia artificial, lo que sugiere que la IA aún no representa un actor relevante en la economía musical.
Los próximos diez años verán un fuerte impulso desde América Latina, India, Sudeste Asiático, Oriente Medio y África. Estos mercados representarán el 75% de todas las nuevas suscripciones de pago en plataformas de música digital.
Actualmente, solo el 8% de la población con acceso a internet en estos mercados está suscrita a servicios de música de pago, frente al 38% en mercados desarrollados. Sin embargo, el ARPU (ingreso promedio por usuario) en mercados emergentes es más bajo: $8 dólares al año, comparado con los $31 dólares en países desarrollados.
El informe Music In The Air 2025 de Goldman Sachs reafirma que la industria musical global seguirá creciendo en ingresos y oportunidades, especialmente a través del directo, la explotación de superfans y la expansión en mercados emergentes.
Si bien el crecimiento del streaming se desacelera y la saturación empieza a sentirse, el ecosistema musical global tiene margen para evolucionar. La clave estará en diversificar modelos de monetización, mejorar la experiencia del usuario y adaptarse a los cambios en la creación y consumo de música.
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Con información de SFTL