Surfeando la pandemia. Caso 3725: Windmill Brixton
POR Enrique Blanc
Por dos décadas aproximadamente, el pub Windmill Brixton, ubicado al sur de Londres, se ha afianzado como uno de los focos de infección musical más activos y prestigiosos de la capital inglesa. En su seno, incontables agrupaciones que hoy son parte de su competitiva y vibrante escena musical, han desarrollado sus carreras, sobre todo en los primeros años, cuando un grupo requiere de exposición y del trabajo de ir formando una base de seguidores.
Mucho del éxito de este club musical estriba en las políticas que ha creado para interactuar con los grupos que desean subir a su legendario entarimado. Su política, tal como se detalla en su portal oficial, parte siguiente del enunciando: “Agendando un toquín en el Windmill Brixton: Es fácil. Sólo arrastra un mínimo absoluto de 30 personas y nosotros les quitamos su dinero.” Argumento que de buenas a primeras suena categórico, pero que los propios organizadores matizan con humor enseguida, sin por ello restar importancia al requisito base que puede garantizar, al menos, el éxito de una presentación en vivo. Es decir, que el grupo tiene que asegurar, de entrada, una parte del público que acudirá a escucharlos. Idea más que interesante en la que el concepto de “comunidad” se extiende también a los usuarios; o sea, a los asistentes habituales del foro que son potenciales seguidores de un proyecto musical en particular. “De hecho, así no es como el Windmill trabaja”, aclaran sus responsables en la siguiente línea, sin por ello dejar de lado lo que ya estipularon anteriormente.
Windmill Brixton ha sido la cuna, por así decirlo, de proyectos musicales que ya gozan de prestigio en el horizonte del rock internacional. Están allí los locales Fat White Family, black midi, el septeto Black Country, New Road, los rabiosos Shame, a la par de los irlandeses Fontaines DC, entre muchos más. En otras palabras, la crema y nata del rock británico más joven. Hay en YouTube una larga lista de videoclips de los aquí mencionados actuando en el escenario del afamado foro londinense. Windmill Brixton fue señalado como el tercer mejor foro de Londres por la revista Time Out en 2012. Otros grupos de renombre que se han presentado entre sus muros son Stereolab, Hot Chip y Calexico.
No obstante el prestigio y la solidez del foro, la pandemia, como es de suponerse, al igual que a todos los demás lugares que se mantienen de la música en vivo, lo ha golpeado fuertemente. Situación que los obligó a ser creativos con el fin de subsistir en lo económico y sortear el largo trecho en el que los conciertos en foros cerrados están en pausa en Inglaterra y el mundo entero. En principio, Windmill Brixton se propuso recaudar fondos de apoyo a través de Crowfunder, consiguiendo una cantidad de más de 96,000 libras, reunidas a través de una campaña de 5 meses de duración, como parte de la iniciativa #SaveOurVenues (Salva a nuestros foros), gracias a la participación de 1854 donadores. Aquí el enlace para consultarla si se desea.
Pero eso no es todo. Varios de los grupos que suelen recurrir a sus instalaciones se organizaron para, a través de una página en la plataforma Bandcamp, poner a la venta tracks grabados al interior del afamado foro, con el propósito de ayudar económicamente a su supervivencia. Son dos los discos allí disponibles: Live at The Windmill Brixton, lanzado en mayo de 2020 y Live at The Windmll Brixton. In Between The Lockdowns, que vio la luz en diciembre de ese mismo año. Una idea que con facilidad puede ser adoptaba por cualquier otro foro alrededor del orbe. Aquí el enlace.
A la fecha, Windmill Brixton ha retomado algunas sus actividades —la reapertura de forosen Londres se oficializó el pasado 12 de abril, con la restricción de que todavía no pueden llevarse a cabo conciertos—. Al parecer, como puede intuirse en general, los peores tiempos de la pandemia están quedando atrás y hay optimismo de que las cosas tomen un camino hacia la normalidad en el último trimestre de 2021. Pero nada se puede asegurar todavía. Eso sí, las enseñanzas obtenidas, sobre todo durante el año pasado, quedan allí presentes, por si vuelve a ser necesario implementarlas. Por lo pronto, sabemos que Windmill Brixton, a la par de muchos otros foros en Inglaterra reabren con esperanza, pero estipulando protocolos muy puntuales para ello, mismos que pueden consultarse en su portal. Quizás, lo que mejor les sienta, es que muchos de ellos saben hoy que están superando la que puede considerarse, indudablemente, como la prueba más difícil que han enfrentado en su historia.
Enrique Blanc