¿Sufres de parálisis musical?
POR EQUIPO FIMPRO
Estar atrapado en los mismos ritmos es muchas veces por decisión propia. A pesar de que tenemos música nueva al alcance de un clic o con tan solo deslizar un dedo, optamos por reproducir a la misma banda, al mismo artista y a la misma canción que fungió como soundtrack de los momentos más gloriosos de nuestras vidas. Estamos sumergidos en la nostalgia sonora, en el yo del pasado, el universitario, el adolescente y el más joven. Este fenómeno que, aunque existe desde tiempo inmemoriales, está dándole la vuelta al mundo bajo el nombre de “Parálisis musical”.
La plataforma Deezer se dio a la tarea de realizar un estudio de este caso y entrevistó a 5 mil personas de Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Alemania y Brasil. Los resultados fueron un tanto sorprendentes pues el 65% de los encuestados declaró que solo escucha música que ya conoce. La edad promedio en que se deja de indagar y de ampliar los horizontes sonoros está entre los 28 años y los 30 años y medio. ¿Las razones? Las más comunes son tres: las personas se sienten abrumadas por la enorme oferta existente; la carga laboral y el tiempo y esfuerzo que de esta nace; y el hecho de ser madres y padres de niños pequeños.
Algunos otros estudios realizados en Estados Unidos, demuestran como los adolescentes están encaminados a un consumo de música que está en tendencia, mientras que personas adultas optan por la música que más recuerdos les traen, justo de etapas como la anterior mencionada. Un ejemplo claro fueron los datos mostrados a principios de este 2018 por el economista Seth Stephens-Davidowitz al analizar el consumo en Spotify. Lo relevante que encontró es que un tema lanzado durante la adolescencia de toda una generación, seguirá muy presente años después dentro de esa misma generación. En 1993, Radiohead lanzó “Creep”, uno de sus más grandes hits y que se encuentra en la posición 164 de las canciones más populares entre la comunidad de 38 años, es decir, cuando comenzó a sonar estas personas se encontraban en plena adolescencia. Si se compara esta misma canción con los listados de los tracks más escuchados por personas con 10 años menos o 10 años más a la generación que vivió el boom de “Creep”, la canción no aparece ni en el top 300.
Al parecer, la ciencia nos explica por qué amamos a grupos y temas que marcaron ciclos de vida como la pubertad, adolescencia o juventud. El motivo está meramente en las reacciones químicas que pasan al interior de nuestro cuerpo. Cuando el cerebro escucha nuestros ritmos favoritos libera dopamina, serotonina y oxitocina, causantes de nuestra felicidad y euforia. Entonces, en las etapas mencionadas nuestro cuerpo se encuentra mucho más sensible y sufre fuertes cambios hormonales, de allí que la música que escuchamos se incruste en nuestra memoria para convertirse en hilo conductor de emociones y sentimos que en lo posterior serán ecos de un pasado añorado. La “fase de anticipación”, como una reacción del cerebro, percibe cuando tu canción favorita llegará al clímax al darse cuenta del cambio en la armonía sonora y por ello libera aún más dopamina, aumentando la euforia.
En un estudio de comportamiento de consumo auditivo en México, realizado por Grupo ACIR; Neilsen; Spotify; Audio.ad y iad México, muestra interesantes conclusiones del sector de la población Adults Millennials (24 – 43 años):
Aunque no es una ley que dejes de disfrutar de nuevas sonoridades según los años que tienes de vida, esta serie de datos pueden resultar relevantes para todos aquellos que estén buscando colocar su música en diversos territorios o nichos de mercado. Además de ponernos alerta de no caer en la “parálisis musical” pues es la escena musical, un ecosistema nutrido de muchas propuestas nuevas y diferentes que tienen mucho que aportarnos en nuestros días, Démosle la oportunidad de sonorizar nuestras vidas a los nuevos acordes y ritmos.
Deezer también ofrece un test para que sepas si sufres o no de esta parálisis.