No hay música en un planeta muerto: ¿qué hacer como industria para cuidar al planeta?
POR Andrea Ríos
El pasado 22 de abril fue el Día de la Tierra y nos invitó a reflexionar sobre su cuidado y preservación frente a un panorama en donde nuestros sistemas económicos y estilos de vida comprometen la calidad del aire, el agua, los alimentos y hasta la belleza de la naturaleza.
En este sentido, como industria de la música tenemos un importante papel en la responsabilidad de ser factores de cambio dado el poder comunicativo que tiene la música. Es necesario un cambio trascendental no solo por las acciones individuales, sino por el actuar de las grandes corporaciones y las legislaciones de los gobiernos a nivel global antes de que sea demasiado tarde.
Mientras se impulsa un cambio de dirección en todas estas aristas, Music Declares Emergency, iniciativa creada por profesionales y artistas de la industria de la música en el año de 2019 ha dado a conocer una guía de acciones clave para contrarrestar la emergencia climática y ecológica, dividas según el rol que desempeñes en la industria de la música.
En este documento, la iniciativa remarca que “la música y lxs amantes de la música pueden desempeñar un papel clave en la creación de una sociedad mejor, más justa y ecológica para todxs. Porque NO HAY MÚSICA EN UN PLANETA MUERTO”
Reconocer el poder que tienen lxs artistas así como el uso de su posición de influenciar para comunicar la emergencia climática, es la primera recomendación dirigida para los artistas, seguida de otras acciones como hacer de la sostenibilidad una prioridad incluso en los equipos de trabajo, la creación de merchandising con materiales ecológicos, producir de manera consciente los formatos físicos, planear giras para evitar vuelos innecesarios, y demás acciones que puedes revisar desde aquí.
Music Declares Emergency nos recuerda que no es necesario ser experto, “la ciencia climática no es ciencia especial” y aunque los gobiernos y corporaciones deben de tomar acciones rápidas y representativas, nuestro andar puede ser también el motor de un cambio social.