Música y política, fenómeno Puerto Rico
POR Equipo FIMPRO
Doce días de protestas multitudinarias fueron las herramientas para llevar a la renuncia al gobernador de Puerto Rico Ricardo Rosselló, luego de que el Centro de Periodismo Investigativo publicara un chat de Telegram en entre el gobernador y varios de sus colaboradores de su gobierno. El documento revelado consta de 900 páginas de conversaciones entre los lideres del Ejecutivo puertorriqueño en donde insultaban a sus contrarios políticos, incluso a Ricky Martin, y hasta lanzaban comentarios sexistas dirigidos a mujeres dentro de la política.
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Los movimientos sociales que pasaran a la historia de Puerto Rico y Latinoamérica tuvieron líderes nunca antes vistos. La música tomó un valor primordial para que la presión llegara a tal punto de obligar a Rosselló a renunciar a su cargo. Y aunque pensáramos que los dirigentes sociales estuvieran encarnados y enraizados en estructuras pujantes en cuanto a su constante ideología política y activismo social, fueron nombres como Ricky Martin, uno de los agraviados por el gobernador, Bad Bunny y Residente, quien ya es conocido por su postura contestaria a diversas causas y regímenes políticos a lo largo de su carrera.
Durante las protestas y en redes sociales retumbaban las voces de dichas figuras del espectáculo como gritos de exigencia del cambio y de la justica en contra de quien está manchado por corrupción y tachado por su mal manejo en la crisis que vivó dicho territorio tras el paso del huracán María en 2017.
El reggaeton como género musical, por primera vez en la historia, funcionó como un factor determinante en el accionar del pueblo como eslabón de presión ante líderes poco comprometidos por el bienestar de a quienes administran. La música como tal, fue el estandarte de lucha de miles de puertorriqueños que hicieron suyas las calles.
Tras el anuncio de la renuncia del gobernador Rosselló, efectuada el próximo 2 de agosto, el pueblo de la isla se salió de nuevo a las calles a festejar el jubilo del primer paso de su victoria coreando canciones como “Te bote” cuya letra fue ajustada por el contexto político del país, así como los temas lanzados por Bad Bunny y Residente en cuestión de días ante la crisis de su tierra natal: “Afilando los cuchillos” y “Ballecoso”.
La música en los movimientos sociales
Centenares de canciones han acompañado marchas de pueblos indignados, activos y ansiosos por la justicia dentro sus diversos contextos y circunstancias de desigualdad e injustica. Quizás para Latinoamérica los casos y ritmos más emblemáticos se registran en los años 60 y 70, con la efervescencia social a raíz de la Guerra de Vietnam, la revolución cubana, la muerte del Che Guevara, la pobreza, la marginación, la violencia desmesurada y las múltiples represiones militares. Desde la canción de origen a la frase emblemática “El pueblo unido jamás será vencido” de Inti-lllimani y Quilapayún; pasando por “El Manifiesto” de Víctor Jara, quien hasta perdió las manos por su cancionero de propuestas; hasta las más recientes canciones como “Clandestino” de Manu Chao, o “Gimme tha power” de Molotov.
La narrativa que la música le da al poder comunicacional para sembrar ideologías políticas y sociales, es un fenómeno sin precedentes. “El lenguaje de la música es tan atractivo y sugerente que despierta todo un mar de emociones y fantasías”, así lo define Miryam Ibeth Robayo en “La canción social como expresión de inconformismo social y político en el siglo XX”. Aunado a ello está el carácter del nacimiento de los movimientos sociales, para conceptualizar esto Manual Castells dice en su libro Redes de Indignación y Esperanza: “los orígenes de los movimientos sociales se encuentran en las emociones de los individuos y sus interconexiones a partir de la empatía cognitiva”, y claro también de están cimentados en las ideas, las ideologías y la sed de cambio. ¿Y en qué se acentúan las movilizaciones como las que se vivieron en Puerto Rico? Tal vez se gestan en dos factores en común del resto de los movimientos en los últimos años: “crisis fundamental de la legitimidad del sistema político” y “capacidad de comunicación autónoma”, gracias al crecimiento del internet y el desarrollo de redes sociales como canales directos e inmediatos de la comunicación.
Y si a lo anterior le sumamos la participación de figuras tan públicas como Bad Bunny, Ricky Martin y Residente, los resultados de la ecuación son aún más sorprendentes. Sin dejar de lado claro está, la música y su poder de unir personas por su carácter emocional cuando el imaginario del creador se configura junto al de miles de personas y su hartazgo.
“La música se convierte en el medio para cambiar la realidad, no sólo de los artistas, sino también de aquellas personas receptivas del arte” (Rebernak y Muhammad).
¿Artistas masivos como líderes sociales?
Como ya lo dijimos, el liderazgo de Bad Bunny, Ricky Martin, Residente y demás figuras del espectáculo boricua, nos lleva a un fenómeno nunca antes visto y que, sin duda alguna, será tema de investigación en los próximos años.
Pijama Surf publicó un artículo que aborda este episodio de una manera distinta: “cuando un cantante expresa una opinión política, de alguna manera rompe el pacto tácito de entretenimiento que existía entre él (o ella) y sus seguidores, quienes estaban atentos de sus actividades con el propósito fundamental de distraerse de lo serio”. ¿Por qué? Simple, el escucha busca desafanarse de los problemas de allá afuera, de su realidad. Cuando su música les canta a los temas políticos envestidos de tonos grises, muchos de las y los fanáticos pueden dejarlos de lado.
Dale una leída al artículo completo de Pijama Surf: “Ricky Martin, Residente Y Bad Bunny, ¿líderes en las protestas de Puerto Rico?"
En este caso, las cosas tomaron otro sentido, los artistas lograron “complicidad y simpatía” ante el pueblo de Puerto Rico. Las reacciones en redes sociales arrojaron memes, tuits y comentarios en torno a la “nueva revolución” comandada por el perreo hasta el suelo, por quienes fueron críticos por sus mensajes misóginos, o perseguidos por los más cultosos de la industria musical.
Es importante recordar, que Puerto Rico es un territorio perteneciente a Estados Unidos, golpeado financieramente por el yugo que se acrecentó desde el gobierno de Obama, cuando se le impusieron políticas para pagar su deuda que los ha venido ahogando en más crisis que como siempre, golpea a los más marginados.
¿Qué sigue entonces?
Sigue que Rosselló renuncie el 2 de agosto, y aunque colocó a Wanda Vázquez como gobernadora, ella acaba de rechazar dicho nombramiento, pues el pueblo boricua ya se preparaba para otra manifestación en contra esta acción, ya que se estaría colocando frente al gobierno a otra líder del mismo gabinete de quien el pueblo repudia.
Mira de esto en “Crisis en Puerto Rico: Wanda Vázquez rechazó asumir como gobernadora” de la Izquierda Diario.
Por su parte, Bad Bunny canceló su gira por Europa y declaró que cumplirá con los contratos de presentaciones ya firmadas en España, para después regresar a Puerto Rico y seguir al pide de lucha.
¿Los nuevos líderes de las transformaciones sociales vendrán de estas industrias musicales y masivas? ¿Será un fenómeno aislado? Lo que sabemos que la música nos acompaña en momentos memorables e históricos como estos.