Mánagers, secretos y mutaciones
POR Equipo FIMPRO
Hace un par de días el periódico español “El País” publicó un reportaje de Arturo Lezcano, titulado “Mánagers, los ángeles de la guarda”, en el que se desenvuelve cómo, con la reconfiguración de la industria musical y los golpes en la economía (específicamente española), el rol y la labor de los mánagers dentro del sector también tuvo que renovarse.
Los ejemplos e historias dentro de este reportaje son muchas y vale la pena darle un vistazo (aquí te dejamos el enlace). Nosotros te damos un extracto de las voces de mánagers que se transformaron y cambiaron la ecuación de cómo acompañar a sus artistas, cómo escucharlos y llevarlos hasta donde ellos quieren, sin importar que estas metas no engloben fuertes sumas de dinero, tal y como menciona José Emilio Berry Navarro, manáger de Paco de Lucía, José Luis Perales, Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat.
Entremos entonces en el propio contexto histórico del reportaje que bien relata el papel del manager durante el boom de la industria disquera, cuando las ventas de álbumes representaban el 85% de los ingresos de la misma. Ahí, en aquel entonces, el mánager era la “sombra del artista”, conseguía giras, llevaba la relación entre el músico y la disquera, aconsejaba y asesoraba, y le entraba al trabajo ejecutivo. Todo esto cambió.
Carlos Galán, dueño de Subterfuge da el norte en la forma en que se renovó el papel del mánager: “nosotros, hace 25 años, cada vez que fichábamos a un artista nos volvíamos locos para encontrarle un mánager. Ahora hacemos un modelo de 360 grados, en el que no solo somos discográfica, sino que también hacemos el booking, el management y la comunicación”. Tanto Galán como su socia Gema Del Valle están trazando nuevas estrategias para el desarrollo de los artistas en las que no necesariamente está la figura del mánager. “Estamos al servicio del artista. Somos la oficina que le provee de todo lo que necesita. Cuando haces prensa, también haces de mánager, porque piensas cómo comunicar, cómo enfocar, si tiene algún tipo de defecto convertirlo en virtud… Al final eres una agencia de comunicación dentro de Subterfuge, cuidándolo todo como si fueras su mánager” declaró Gema.
Aunque hasta en las multinacionales siguen las tácticas antes mencionadas, la realineación de la industria musical no siempre tiene que seguir una línea y el éxito no siempre se consigue multiplicando los mismos factores. Existen quienes le apuestan con fuerza al trabajo del mánager como es el caso de Kin Martínez, quien en estas palabras explica la mutación del mánager de ayer y hoy: “los mánagers de antes cerraban giras y conciertos. Hoy no vale solo eso, hay que trazar estrategias. El mánager debe estar atento a todos los movimientos del mercado, incluso los de turismo o gastronomía, y no solo recoger rendimientos económicos, sino también emocionales con el público. Un proyecto para 25 personas puede ser más productivo que los 38.000 que metimos con Vetusta este año en Madrid”.
Otro mánager que vivió en piel propia la caída de la industria, es Walter Kolm, quien luego de estar al mando de Universal Music Latin, abrió su propia empresa bajo la cual trabajó el relanzamiento de Carlos Vives y el descubrimiento y desarrollo de Maluma. La experiencia de Kolm dice que “antes veías un artista que tuviera personalidad para un buen show. Hoy la imagen es mucho más importante. Las redes sociales han de ser un reflejo de tu carisma. Antes grababas, salías en radio y televisión. Hoy vas a las redes directamente, está todo mucho más en manos del artista que de la compañía”.
Los secretos de los mánagers
“Este oficio no se aprende en la universidad, sino en la carretera. Nos ganábamos la vida viajando, una vida muy dura para la familia. Hemos visto crecer a los niños a saltos”.
“Atender a pocos pero grandes músicos y con largo recorrido”.
“Haces de todo, y si el artista tiene un defecto, piensas cómo convertirlo en virtud”
“Saber escuchar, establecer confianza, tener cercanía. No hay que ser amigo, pero ayuda, ser claro incluso cuando no estén de acuerdo los dos, ser reflexivo. El mito del ‘sexo, drogas y rock and roll’ hace mucho que desapareció. Estamos en la generación más profesional que nunca tuvo la industria”.
“Ya no se trata solo de la música y hacer bailar. Hay que invertir mucho dinero en producción, porque todo se basa en el espectáculo”
“La gente consume sin prejuicios y por eso ha crecido el negocio. Al final, un hit es un hit y eso es lo importante”.
Con información de "El País".