Industria musical entre el ayer y el hoy
POR Andrea Ríos
El mercado de la industria musical ha sido uno de los más golpeados por la entrada de nuevas tecnologías y el acceso casi ilimitado que estas ofrecen. Sin embargo, los consumidores musicales se distribuyen en dos vertientes que repuntan con números verdes y grandes ganancias para empresas, disqueras y artistas.
Por un lado, están las nuevas plataformas como Spotify, Sound Cloud y Pandora que abren un sinfín de puertas inimaginables para quienes a finales del siglo XX vivieron la creación del disco de vinilo. Y justo del lado contrario se posicionan estos vinilos que reviven en la industria musical y logran altas ventas no vistas desde hace 20 años.
Aunque la tendencia de alza para los anteriores nichos de mercado es a nivel mundial, México es un punto importante dentro del mapa global.
Según estudios realizados en 2016 por la Asociación Mexicana de Internet, 65 millones de mexicanos son internautas, esto quiere decir que el 56.8% de la población del país tiene acceso a internet. De dichos internautas, el 52% consume contenidos vía streaming. Lo anterior hace de nuestro país tierra fértil para empresas como Spotify. Datos expuestos por Forbes en el 2016 colocan a México como el quinto consumidor mundial de Spotify y aseguran que los usuarios de esta plataforma la utilizan entre 3 y 4 horas al día.
A nivel mundial Spotify aumentó el 66% de usuarios el año pasado y aunque la ganancia vaya en su mayoría a los dueños de los derechos de autor de la música que distribuye, las tendencias del mercado dicen que los consumidores musicales ahora prefieren pagar el servicio de spotify que tener la versión gratuita con la publicidad.
La otra gran vertiente del negocio de la industria musical nos remonta a viejas épocas cuando los sonidos de las composiciones de los artistas eran reproducidos a través de una tornamesa. Los melómanos han escarbado en el pasado y resurgieron de entre sus cenizas a los discos de vinilo.
En Reino Unido sus ventas subieron el 53%, en Estados Unidos el 26%, mientras que nuestro país va adoptando la tendencia de adquisición de música de una manera nostálgica y con un sentido mayor de pertenencia al tener de forma tangible, las canciones que se desea escuchar.
En 2010 se abrió “Light & Noise Records”, una disquera independiente que se dedica solo a la producción de discos vinilo. Ha editado discos para bandas como 60 tigres, Disidente y Ruido Rosa y ha estado presente en festivales como SXSW en la realización de show cases.
Si nos ubicamos en la perla tapatía, la cultura del disco acetato nunca ha muerto. Tiendas como “Roxy & Roll” y “Submarino Amarillo” se mantienen vivas desde hace más de 40 años y saben que son un gancho actual a pesar de que el verdadero auge de los acetatos fue durante la década de los 60 y hasta los años 80.
¿Por qué estos dos nichos del mercado musical tan opuestos ahora se comparten las ganancias? Ludovic Hunter-Tilney, crítico musical de Financial Times nos da una posible respuesta: “El streaming permite ofrecer un exceso de producción, mientras el vinilo permite ser propietario de las canciones que merece la pena escuchar”.