Hacer crecer nuevos proyectos: el reto
POR Omar Magaña
Todas las propuestas, todas las discusiones, todas las estrategias exhibidas en la primera mitad de esta jornada en FIMPRO parecen llevar a una misma Roma: contribuir a que los proyectos musicales emergentes crezcan, maduren y expandan sus territorios.
Este día, la feria se inició con una mesa de debate, “Crisis de headliners latinos en festivales internacionales” donde los organizadores de festivales de peso como Glastonbury (Inglaterra), Rock al Parque (Colombia) y Portamérica (España) dilucidaron sobre la ausencia de los “nuevos Caifanes”, los nuevos “Bunburys” con capacidad de sobra para convocar a las grandes audiencias.
Gonzalo Oliveros, coordinador del festival RMX212, cuestionó sobre las vías que los nuevos proyectos podrían tomar para promocionarse, crecer y ganar seguidores en un escenario atomizado, donde los medios de comunicación de gran alcance y las disqueras major ya no funcionan como los moldeadores de enormes leyendas alternativas como sí sucedió en los años 90 con Café Tacvba, El Gran Silencio, Aterciopelados y otras tantas.
Kin Martínez, del Festival Portamérica, esbozó la posibilidad de crear un plan global de consolidación e internacionalización de músicos noveles que incluyese festivales, medios e infraestructura.
Steve Symons, booker de Glastonbury definió a los propios festivales no como fines sino como medios para fortalecer proyectos que a futuro alcancen la categoría de headliners y Chucky García, asesor artístico de Rock al Parque respondió a la pregunta que Oliveros lanzó a sus interlocutores con astucia: ¿cuáles son las bandas en activo que ahora mismo tienen el potencial para convertirse en cabeza de cartel en los próximos 10 años?
García confía en que Vetusta Morla, Panteón Rococó, Descartes a Kant, ChocQuibTown, Sistema Solar, Bomba Estéreo, Él Mató a un Policía Motorizado alcancen esa categoría de grandes convocantes, que se conviertan en los nombres que se escriben con grandes letras en los carteles y que, definitivamente, contribuyen a que los festivales vendan entradas y tengan finanzas sanas.