El arte detrás del Lofi: Inmersión profunda en la creación
POR GINA TEJEDA
Seguro te has encontrado en Youtube videos increíbles de animaciones tranquilas con música Lo-Fi que te hacen sentir como en una tarde de lluvia. El Lo-Fi, con sus beats relajados y melodías tranquilas, se ha convertido en la banda sonora favorita para estudiar, trabajar o simplemente descansar.
Sus orígenes se remontan a la década de los años 80, influenciado por el jazz ambiental y el hip-hop. Inicialmente, las grabaciones caseras con baja fidelidad eran un sello distintivo (de ahí que aún se intente emular el sonido de la cinta en muchas canciones Lo-Fi). Pero fue el auge de las plataformas de streaming lo que catapultó el Lo-Fi al estrellato, creando una comunidad global de oyentes y productores.
Para lograr ese característico sonido, los productores suelen utilizar samples de jazz, vinilo y sonidos ambientales. Las baterías suelen ser MIDI, suaves y a tresillos, mientras que las melodías se basan en piano Rhodes o samples vocales con baja fidelidad.
El Lo-Fi ha demostrado una gran capacidad de adaptación, fusionándose con otros géneros como el chillwave y el neosoul. Además, la popularidad de las transmisiones en vivo y los canales de Lo-Fi study beats sugieren que este género seguirá siendo una opción para la concentración y la relajación.
El Lo-Fi es más que solo música de fondo; es una experiencia creativa que combina técnicas de producción únicas con un enfoque en la relajación y la ambientación. Con su continuo crecimiento y capacidad de evolución, el Lo-Fi promete seguir siendo un pilar en el mundo sonoro actual.