¿Cuándo muere un proyecto de comunicación?
POR La Vaga Comunicaciones
Sin lugar a duda, uno de los agentes más importantes en la construcción de la industria musical, a lo largo de su historia y aún hoy día, son los medios de comunicación que abren espacios para la difusión y análisis de las obras musicales. Sin importar la época ni el lugar de su operación, existen esas historias rayanas en lo mítico y protagonizadas por locutores y programadores radiofónicos que, literalmente, dieron identidad a generaciones enteras.
Así como esas historias tienen un principio y una época dorada, también tienen un final. Precisamente, ése fue el tema abordado por Gonzalo Oliveros, actual Coordinador General de RMX: ¿cuándo muere un proyecto de comunicación? Ante la pregunta, uno podría pensar que muchos proyectos desaparecieron por ‘muerte natural’, pero lo cierto es que, en muchas ocasiones, los proyectos de comunicación son atropellados por cuestiones ajenas a su propia naturaleza.
Durante la conferencia impartida por Oliveros, nos adentramos en un espinoso recorrido por el cementerio de proyectos radiofónicos entrañables y, sobre todo, trascendentes. Rock 101, Radioactivo, W Radical y Stereo Soul, entre muchos otros nombres, están vinculados por dos razones: dejaron una huella profunda en sus audiencias y fueron cerrados para dar paso a proyectos “más rentables”.
Hoy día, comentó Oliveros, “se dice que los medios se están muriendo a causa de las nuevas tecnologías; porque la gente ya no escucha radio.” Esto es cierto en buena medida, pues mientras que la televisión goza de un 96% de penetración en la sociedad mexicana y el Internet alcanza ya un 56%, la radio ha retrocedido hasta un 48%. La consolidación de las plataformas de streaming parece el primordial enemigo de la radio; sin embargo, en palabras de Oliveros: “La gente ya no se entera de cuál es la música nueva leyendo o acudiendo a los medios, sino a través de un teléfono. ¿Hay diferencias? Sí, el contenido, pero hay que saber utilizarlo”.
Una de las problemáticas que más afectan a la radio actualmente es que “estamos fallando como medios en darle a la población lo que quiere escuchar. Hay muchos ejecutivos de radio en este país que creen que la gente quiere escuchar música como en una rockola. Que la gente busca un locutor de voz sensual o argentina para que mande saludos. Pero eso no es del todo cierto, la gente busca información y una conexión emocional. Información que, además, tiene que ver con el futuro”.
A pesar de esta certeza, el tiro de gracia a los proyectos de comunicación no siempre proviene de su ineficacia o el agotamiento de su forma de transmitir información. Otras problemáticas están vinculadas a su muerte. Por ejemplo, “es muy complicado que en la radio mexicana perduren proyectos de radio en los que no estén involucradas relaciones familiares o de amistad”, señaló Oliveros. Un mal conocido por todos y practicado en incontables ámbitos.
Entre recuerdos y proyecciones, Oliveros apuntó que existen tres causas primordiales por las que los proyectos de comunicación mueren en México: “Las decisiones empresariales, los intereses políticos y las diferencias ideológicas”. Con respecto a las primeras señaló: “A veces nos sentimos tentados a seguir el canto de las sirenas: a comprar el mismo celular o las mismas marcas. A los ejecutivos de radio a veces también les pasa. Por eso decidieron, por ejemplo, que esta ciudad no necesitaba una estación como Stereo Soul y la convirtieron en una estación grupera”.
Nada permanece intacto, eso queda claro. Quizá por eso, para cerrar su participación en la FIMPRO 2019, Oliveros apuntó que, a pesar de que salgan del aire, “los proyectos de comunicación no acaban del todo: se transforman, queda el legado, la parte en la que las ideas trascienden”.