¿Cómo sería un sello discográfico si se creara el día de hoy?
POR La Vaga Comunicaciones
Juan Carlos Montes, Director para Latinoamérica de Amuse, y Rodrigo Noriega, Director General y fundador de Artent Group, sostuvieron una interesante charla teniendo como pretexto una singular pregunta: ¿Cómo sería un sello discográfico si se creara el día de hoy? La singularidad es que, muchos afirman, este negocio está muerto, pasó a la historia luego de ser el modelo más longevo y exitoso en la historia de la industria musical.
La plática, comenzó compartiendo la trayectoria de ambos expositores en el mundo de la música y explicando el modelo de negocios de Amuse, organización que ofrece distribución de música a artistas independientes de todo el mundo bajo una sólida promesa: el 100% de las regalías son para el artista. Amuse descubre artistas y ofrece un acuerdo que incluye marketing, financiación, promoción y colocación en playlists. Adicionalmente, cuentan con una aplicación que permite medir el avance de cada artista en las diferentes plataformas y medios digitales.
Posteriormente, se mostró el crecimiento de la música latina y los artistas independientes, los cuales representan los dos segmentos de más rápido crecimiento de la industria global de la música. América Latina es la región del mundo que reportó mayor tasa de crecimiento por cuarto año consecutivo, con un alza en los ingresos del 16.8%. En este escenario, los formatos de la música han cambiado también: mientras que los físicos siguen perdieron terreno, el consumo de música en Internet está creciendo a un ritmo asombroso. “En Amuse sabemos que la música independiente está creciendo mucho más rápido que la de los artistas que han firmado con una disquera major y que Deezer y Spotify son cada vez más fuertes en la región”.
Latinoamérica está en el mejor momento para que los artistas, puedan exponerse en el mundo. Hoy en día existen muchos más estilos y la construcción del maisntream es más democrática. En los últimos diez años han cambiado las formas para descubrir dónde está el dinero, han surgido modelos de negocios nuevos.
Esta evolución y esta oferta inmensa también han permitido que los artistas se hagan cargo de su propio trabajo, optando por la autogestión. La tecnología ha permitido que los artistas aumenten su presencia, pero también tienen el reto de estar pendientes de su propio crecimiento. Uno de estos grandes retos es el de mantenerse informados, pues la brecha entre el consumidor y los artistas es cada vez más corta. Los servicios están allí, está todo puesto, y los artistas deben profesionalizarse y estudiar. Más allá de lo directamente relacionado con la música, esto es una oportunidad.
El estado actual de la industria te permite estar más allá de las playlists, pues existen países donde ya no hay tiendas de música: el mayor escaparate son las redes sociales. Si tienes seguidores en tus redes y compartes tu música con el mundo, el ingreso a las playlists llegará solo. Evidentemente, las compañías transnacionales tienen bondades que se basan en la capacidad de conectividad, pero sus modelos van cambiando más lentamente. La agilidad que tiene un sello digital permite generar un business model propio.
Ante este panorama, ¿cómo sería, entonces, un sello disquero si naciera el día de hoy? Simple: sería un artista empoderado con su proyecto, dispuesto a profesionalizarse, estudiar todo lo que gira alrededor de ser artista y a crear su propio business model. La época en que el artista acudía al sello para que se hiciera cargo de todas las gestiones no existe más.